Historia del parque
Wednesday, 20 de October de 2021
El Macizo colombiano, donde se encuentran los municipios de San Agustín e Isnos fue lugar de asentamiento y desarrollo y de múltiples formas de habitar y aprovechar el entorno natural desde hace más de 4.000 años. Este vasto y complejo sistema montañoso es uno de los más importantes reservorios de agua del territorio, ya que allí nacen, en fértiles páramos a 3.380 msnm, cinco de los principales ríos de Colombia: Patía, Caquetá, Putumayo, Cauca y el gran río de la Magdalena, en cuyas vertientes se asentaron hace aproximadamente 2.000 años grupos humanos a quienes se les atribuye la construcción de monumentales sitios funerarios conformados por grandes lajas, organizadas a manera de corredores dolménicos, precedidas por esculturas de gran tamaño con representaciones de seres humanos y animales. Allí mismo, estos hombres y mujeres desarrollaron actividades cotidianas, construyendo sus viviendas, labrando la tierra para la producción de alimentos, así como para la elaboración de recipientes cerámicos y el almacenamiento y consumo de los mismos, entre otras actividades.
Río Quinchana desembocando en el Río Magdalena
Proceso de excavacio?n de la tumba de Quinchana, San Agustín, Toma?s Vargas y Carlos Criollo excavando. Expedicio?n del lnstituto Etnolo?gico Nacional, 1946. Archivo fotogra?fico /ICANH
Sitio Arqueológico Quinchana 2019 Fotos Margarita Reyes S.
La investigación, conservación y divulgación del Parque Arqueológico de San Agustín e Isnos han estado a cargo del Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH) desde su creación, en 1938. El parque abrió sus puertas al público el 5 de septiembre de 1944. En 1995 el parque fue incluido en la lista de patrimonio mundial de la UNESCO por la presencia de vestigios arqueológicos de valor universal excepcional.
Se destacan investigaciones realizadas, desde hace más de 100 años, por arqueólogos nacionales y extranjeros, entre ellos Gregorio Hernandez de Alba, José Perez de Barradas, Luis Duque Gómez, Hector Llanos, Robert Drenan, Victor González, entre muchos otros.
Durante el recorrido podrán observar la interpretación y reconstrucción de sitios con estructuras funerarias que realizaron varios arqueólogos, en diferentes expediciones, con ayuda de trabajadores de la región.
Estas comisiones arqueológicas empezaron hacia 1940 impulsadas por el estado a través del Ministerio de Educación y el Servicio Arqueológico Nacional, y por investigadores como Gregorio Hernandez de Alba, Pérez de Barradas y posteriormente, hacia la década del 70, por el arqueólogo Luis Duque Gómez, quienes tenían la tarea de investigar y reconstruir los sitios funerarios, devolviendo a su lugar original las grandes lajas y estatuas que habían sido removidas durante doscientos años por saqueadores y guaqueros, buscadores de piezas de oro, quienes destruyeron y alteraron los sitios, causando pérdida de información y daños irreversibles a la disposición y construcción de estos monumentales y enigmáticos montículos funerarios.
La mayoría de los sitios funerarios monumentales, hallados en el valle alto del río Magadalena, fueron construidos hace más de 2000 años por grupos humanos que le dieron un lugar preponderante a la vida después de la muerte. Grandes complejos funerarios fueron levantados posiblemente para depositar los cuerpos de mujeres y hombres destacados .
Estatua principal en la Mesita A. A su lado, trabajadores que apoyaron la excavación. Fotografía del etnologo aleman Konrad Theodor Preuss, 1913 - 1914.
Tumba conformada por lajas de piedra en su base, sobre ellas se identifican restos humanos muy descompuestos, las paredes de la tumba igualmente están recubiertas por lajas de piedra. Fotografía Luis Duque Gómez
Reducir
Aumentar
Alto contraste
SPANISH
INGLÉS
Centro relevo