Valores corporativos

Friday, 16 de April de 2021

El Departamento Administrativo de la Función Pública decidió crear un código de integridad lo suficientemente general y conciso para ser aplicable a todos los servidores de las entidades públicas de la rama ejecutiva colombiana. A raíz de diferentes recomendaciones, consultas, investigaciones y diálogos, estos son los tres elementos fundamentales del código de integridad:

1. La construcción, aprobación e implementación de un tipo de conducta único para el sector público colombiano. 

2. La construcción de un sistema de formación e interiorización de los valores formulados en este código.

3. El establecimiento de un sistema de seguimiento y evaluación de la implementación del código. 

Es así como nace este código de integridad, un código que, de manera muy sencilla pero poderosa, nos sirve de guía, sello e ideal de cómo debemos ser y obrar los servidores públicos colombianos por el hecho mismo de servir a la ciudadanía.

Los valores que integran el Código de Integridad del ICANH son los siguientes: 

Actúo siempre con fundamento en la verdad, cumpliendo mis deberes con transparencia y rectitud, y siempre favoreciendo el interés general.

Lo que hago:

Siempre digo la verdad, incluso cuando cometo errores, porque es humano cometerlos, pero no es correcto esconderlos. 

Facilito el acceso a la información pública completa, veraz, oportuna

Denuncio las faltas, delitos o violación de derechos de los que tengo conocimiento en el ejercicio de mi cargo, siempre.

Lo que no hago:

No acepto incentivos, favores, ni ningún otro tipo de beneficio que me ofrezcan personas o grupos que estén interesados en un proceso de toma de decisiones.

No uso recursos públicos para fines personales relacionados con mi familia, mis estudios y mis pasatiempos (esto incluye el tiempo de mi jornada laboral, los elementos y bienes asignados para cumplir con mi labor, entre otros).

No le doy trato preferencial a personas cercanas para favorecerlos en un proceso en igualdad de condiciones.

Reconozco, valoro y trato de manera digna a todas las personas, con sus virtudes y defectos, sin importar su labor, su procedencia, títulos o cualquier otra condición.

Lo que hago:

Estoy abierto al diálogo y a la comprensión a pesar de perspectivas y opiniones distintas a las mías. No hay nada que no se pueda solucionar hablando y escuchando al otro.

Atiendo con amabilidad, igualdad y equidad a todas las personas en cualquier situación a través de mis palabras, gestos y actitudes, sin importar su condición social, económica, religiosa, étnica o de cualquier otro orden. Soy amable todos los días; esa es la clave, siempre.

Lo que no hago:

Nunca actúo de manera discriminatoria, grosera o hiriente, bajo ninguna circunstancia.

Jamás baso mis decisiones en presunciones, estereotipos o prejuicios.

No agredo, ignoro o maltrato de ninguna manera a los ciudadanos ni a otros servidores públicos.

Soy consciente de la importancia de mi rol como servidor público y estoy en disposición permanente para comprender y resolver las necesidades de las personas con las que me relaciono en mis labores cotidianas, buscando siempre mejorar su bienestar.

Lo que hago:

Estoy atento siempre que interactúo con otras personas, sin distracciones de ningún tipo.

Presto un servicio ágil, amable y de calidad.

Escucho, atiendo y oriento a quien necesite cualquier información o guía en algún asunto público.

Lo que no hago:

Nunca trabajo con una actitud negativa. No se vale afectar mi trabajo por no ponerle ganas a las cosas.

Jamás ignoro a un ciudadano ni sus inquietudes.

No llego nunca a pensar que mi trabajo como servidor es un ??favor?? que le hago a la ciudadanía.

Cumplo con los deberes, funciones y responsabilidades asignadas a mi cargo de la mejor manera posible, con atención, prontitud, destreza y eficiencia, para así optimizar el uso de los recursos del Estado.

Lo que hago:

Siempre soy proactivo y comunico a tiempo propuestas para mejorar continuamente mi labor y la de mis compañeros de trabajo.

seguro la calidad en cada uno de los productos que entrego bajo los estándares del servicio público. No se valen cosas a medias.

Uso responsablemente los recursos públicos para cumplir con mis obligaciones. Lo público es de todos y no se desperdicia.

Lo que no hago:

No evado mis funciones y responsabilidades por ningún motivo.

No demuestro desinterés en mis actuaciones ante los ciudadanos y los demás servidores públicos.

No malgasto ningún recurso público. 

Actúo con imparcialidad garantizando los derechos de las personas, con equidad, igualdad y sin discriminación.

Lo que hago:

Reconozco y protejo los derechos de cada persona de acuerdo con sus necesidades y condiciones.

Tomo decisiones estableciendo mecanismos de diálogo y concertación con todas las partes involucradas.

Tomo decisiones informadas y objetivas basadas en evidencias y datos confiables

Lo que no hago:

No promuevo ni ejecuto políticas, programas o medidas que afectan la igualdad y la libertad de personas.

No favorezco el punto de vista de un grupo de interés sin tener en cuenta a todos los actores involucrados en una situación.

Nunca permito que simpatías, caprichos, presiones o intereses de orden personal o grupal interfieran en mi criterio, toma de decisión y gestión pública.

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