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El Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH) es una institución pública, es decir que pertenece a todos los colombianos. Su misión es la de aportar al desarrollo del conocimiento científico en las áreas de Antropología, Arqueología e Historia y velar por la protección del patrimonio arqueológico del país.
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Los seres humanos nacemos en medio de una familia y una comunidad que tiene una manera particular de comportarse de acuerdo con el lugar y la época en que vive. Ese comportamiento es la consecuencia de una larga historia de la que hacen parte nuestros padres, tíos, abuelos, bisabuelos, etc, en la que cada generación ha tenido que adaptarse al ambiente que la rodea.
Algunos tuvieron que aprender a convivir con el frío y los mamuts y otros tuvieron que aprender a relacionarse con los computadores y los medios de comunicación. Por eso, existen diferencias entre las maneras de comportarse de los grupos humanos que viven en lugares y momentos históricos diferentes. Antropología significa «estudio del hombre», y es la ciencia que se encarga de investigar y contarle al mundo cómo se comporta el ser humano y por qué lo hace de esa manera.
Gracias a ella podemos saber cómo piensan y viven los miembros de grupos indígenas como los Kogui que habitan la Sierra Nevada de Santa Marta, o los Uwa que viven en la Sierra Nevada del Cocuy. Así mismo podemos saber cómo piensan y viven los vendedores ambulantes o los jóvenes hinchas del fútbol colombiano.
Muchas veces nos preguntamos cómo vivieron nuestros antepasados, cuáles eran sus aficiones, en qué trabajaban y qué comían. También nos hemos preguntado cuáles eran sus relaciones con los animales de su entorno y cómo se relacionaban con las plantas, los árboles, los ríos y las montañas
Pues bien, los arqueólogos y arqueólogas son los encargados de estudiar la historia de los seres humanos a partir de los rastros de lo que hicieron, que puede identificarse por los objetos que usaron y que sobrevivieron al paso del tiempo, permitiéndonos conocer y comprender cómo vivían las personas en el pasado. Son, por tanto, científicos que estudian nuestro pasado a través de esos objetos que frecuentemente se encuentran debajo de la tierra, y también a través de los vestigios orgánicos como plantas, semillas o huesos humanos.
La Paleontología por su parte también estudia huesos; los paleontólogos y paleontólogas se encargan de estudiar los vestigios de animales prehistóricos como los dinosaurios y los minerales y estructuras geológicas como las grandes piedras y las formaciones montañosas que cubren los paisajes que nos rodean.
La historia de la humanidad ha pasado por diversos procesos y tradiciones. La vida como la conocemos ahora, los juegos, la escuela, la familia y hasta la comida han formado parte de un largo proceso histórico en el que han participado nuestros padres, abuelos, bisabuelos, tatarabuelos.
Todos estos procesos, el encuentro con los españoles, la formación de la república, la configuración de nuestro idioma, nuestras costumbres y creencias, la creación de nuestro himno nacional o el primer diseño de la bandera de nuestro país; incluso también la construcción de las ciudades, los barrios, y vecindarios donde vivimos, también son procesos y hechos históricos que son estudiados por historiadores e historiadoras con el objetivo de comprender nuestro pasado y dar a conocer a todas las personas cómo era que vivíamos hace muchos años.
El símbolo que representa el logo del ICANH proviene de un antiguo emblema de dignidad de la cultura Tayrona que los manicatos (guerreros tayronas) se colocaban en el cuerpo con un sello hecho en arcilla con el fin de adquirir las virtudes de los animales que en él aparecen: la serpiente cascabel y el caimán. Esas virtudes son las de moverse sigilosamente por el monte y disponer de la paciencia necesaria para dar el golpe oportuno al enemigo.
El Instituto Colombiano de Antropología e Historia es una institución pública, es decir que pertenece a todos los colombianos, y por eso no está hecha para el beneficio de unos pocos sino para el beneficio de todo el país.
Para lograr que todos salgamos beneficiados de su labor, el ICANH se dedica principalmente a tres cosas:
- ayudarnos a conocer más acerca de nuestra sociedad y de otras sociedades que existen en el mundo para que nos entendamos mejor.
- Colaborar activamente en la protección de nuestro patrimonio cultural, especialmente el patrimonio arqueológico e inmaterial.
- Asesorar al gobierno nacional para que las políticas y leyes que rigen el país permitan el correcto desarrollo de las labores de la antropología, la arqueología y la historia.
Ayudarnos a conocer más acerca de nuestra sociedad y de otras sociedades que existen en el mundo: para lograr esto el ICANH apoya y desarrolla la investigación. Investigar significa buscar y obtener información sobre algo que nos interesa, pero esta información debe ser creíble y por eso debe basarse en métodos que garanticen que sus resultados tienen muy pocos errores.
Es similar a la tarea de un detective que, a partir de algunas pistas, debe encontrar al ladrón y saber cómo sucedieron los hechos. Una vez los investigadores tienen la información que querían sobre un tema particular, la dan a conocer a la sociedad y es así como se difunde el conocimiento.
El ICANH no solo trabaja en sus propias investigaciones sino que apoya a las personas que tienen buenas ideas para proyectos de investigación en las áreas de la Antropología, la Arqueología, la Historia Colonial y el patrimonio arqueológico e inmaterial.
Colaborar activamente en la protección de nuestro patrimonio cultural, especialmente el patrimonio arqueológico e inmaterial: para proteger nuestro patrimonio el ICANH se encarga del manejo de zonas especiales del país que se reconocen por la riqueza de la herencia que en ellas nos dejaron nuestros antepasados.
Este es el caso de los parques arqueológicos nacionales, los cuales están bajo el cuidado del ICANH y reúnen antiguas construcciones, estatuas, tumbas y otras obras realizadas por diferentes grupos indígenas.
De la misma forma, el Instituto protege otras áreas arqueológicas que no se encuentran dentro de los parques arqueológicos y que, por la misma razón, tienen mayores riesgos de verse deterioradas.
Por otra parte, el ICANH está en alerta permanente para enterarse a tiempo de nuevas zonas arqueológicas que sean encontradas y de esta manera emprender las labores necesarias para su protección antes de que sufran daños. Por último, ya que el patrimonio colombiano pertenece a todos y nos es propiedad de nadie en particular, el ICANH evita que el patrimonio arqueológico se venda o se compre como si fuera una camiseta o una bicicleta.
Sólo permite que las personas cuiden de él sin que se conviertan en sus dueños. Si alguien sacar del país objetos que se consideran patrimonio arqueológico, el ICANH da el permiso para que así sea, garantizando que estas piezas regresarán a esa gran casa que es Colombia.
Asesorar al gobierno nacional para que las políticas y leyes que rigen el país permitan el correcto desarrollo de las labores de la antropología, la arqueología y la historia: toda decisión que tome el gobierno, para que se convierta en ley, primero debe ser analizada y discutida por las personas que más saben del tema de manera que los resultados sean siempre positivos.
Cuando se van a discutir temas que pueden afectar el patrimonio cultural, o que se relacionan con la Arqueología, la Antropología y la Historia Colonial en Colombia, uno o varios representantes del ICANH están presentes. Algunos grupos de expertos se reúnen con cierta frecuencia, como el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural o el Consejo Nacional de Ciencias Sociales.
