Stay and Spanish - Yamiles Campo Daza

En las montañas de Minca, donde la Sierra Nevada de Santa Marta abraza el cielo y la ciudad se convierte en un eco lejano, surge un espacio de encuentro entre mundos. Esta imagen captura el momento en que músicos de distintas raíces — nativos de Colombia y extranjeros enamorados de la naturaleza — se unen para crear un lenguaje compartido: la música. Al caer el sol entre las montañas, los acordes fluyen con libertad, construyendo un puente entre culturas, generaciones y formas de habitar la vida.
Este rincón de la Sierra se convierte en refugio de quienes buscan sentir descanso, del desencuentro cotidiano de la ciudad, para reencontrarse con lo natural: la tierra, el arte y el otro.
Minca, más que un paisaje, es una pequeña Samaria donde, con olor a café y cacao, se tejen historias y se entrelazan culturas en un convivir diario. Aquí, cada atardecer es un encuentro en la montaña: el sol se despide para dar paso a la noche estrellada, mientras la luna ilumina una comunión íntima en cada nota musical, como una declaración de pertenencia.
Taganga, camino a Playa Grande, 1995. Julio, Bela y Zulma.